jueves, 29 de enero de 2009

Acerca de los huevos

Los huevos, a lo largo de la historia, han servido de metáfora para explicar gran variedad de teorías por demás complejas para la plebe en general, sin contar unos cuantos chistes inapropiados, que los tíos gustan de contar en todo evento familiar. Ejemplos claros son el "huevo de Colón", para la primera categoría y "los huevos lacios", para la segunda.
Quien aquí suscribe, para no ser menos o de puro capricho, pasa a desarrollar su propia teoría acerca de los huevos.
En un post anterior hablé de las jaulitas, para representar un lugar donde uno se sienta a esperar, cuando el entorno parece frizado por motivos, que las más de las veces, desconocemos. Ahora bien, el huevo es un lugar algo mas consciente, mas volitivo, el entorno puede ser revolución o meseta, es indistinto, lo que pasa carcome por dentro.
De alguna manera dejás de ser una persona, para convertirte en 15 que debaten, opinan y reflexionan sobre qué carajo estás haciendo de tu vida en ese momento. Desde ya que con tamaño Congreso en la cabeza, soportar además el ruido social se hace imposible, básicamente podríamos decir que el entorno te "hincha los huevos".
Entonces, el único procedimiento posible es el aislamiento voluntario, el huevo es más bien como el cono del silencio del agente 86. Mi cáscara favorita es mi departamento, pero cualquier habitación con puerta es más que suficiente. Una vez resuelta la cáscara, se debe elegir la clara, es decir, cuál será el elemento que nos proteja y alimente durante el aislamiento. En mi caso particular, la clara suele estar compuesta de libros y música, infatigables compañeros que nada piden y mucho aportan, objetos creados por sujetos, con los cuales no hay que andar como "pisando huevos".
La duración de esta etapa ovípara es absolutamente variable y dependerá exclusivamente del protagonista y la problemática a dilucidar.
Podrán decir, aquellos más aferrados a las teorías psicoanalíticas, que no es más que una pseudo vuelta al vientre materno, a lo cual les comentaré que pueden "chuparme un huevo", porque si ustedes sólo reflexionan sobre sus vidas con la mirada al pasado o frente a escenarios de dolor, se están perdiendo gran parte de sus vidas.
A veces, para ver y escuchar mejor es necesario vaciar los oídos y los ojos de lo que se impone, para ir en busca de lo que realmente se desea.
En realidad, el encierro en el huevo no es para huir de nada, sino más bien para limpiar y calibrar la mira que nos permite salir de cacería, y ahi sí, los que tengan que huir, que huyan!