lunes, 27 de abril de 2009

Conjugaciones del afecto

Podríamos decir que ser niño, afectivamente hablando es relativamente sencillo, el primer paso es querer. Aprendemos a querer a nuestra familia primaria, y nuestro mayor desafío es dilucidar si queremos más a papá o a mamá. Posteriormente la cosa se complica porque hasta ahora sólo nos habían obligado a decidir entre 2 personas, peeeeero, toda ley tiene su excepción y, si tuviste el mal tino de tener hermanos ahora la cosa es distinta, porqué? simple: a tus hermanos tenés que quererlos por igual, aunque tengas mas afinidad con uno que con otro, no importa "debes quererlos por igual!" Ok, ya entendí, a mis padres los quiero distinto (según la tía Porota) pero a mis hermanos, señores, lo quiero por igual y se terminó!.

Hasta acá estamos claros, pero con el paso del tiempo aparecen las primeras amistades, acá vuelve a aplicar la primera regla, podés querer más a unos que a otros, libre albedrío, genial!! Pero nueeevamente cambia la cosa, cómo? pues bien, en esa diferencia de cariño con tus amigos aparece uno que sobresale, ese mismo, en los comienzos de la adolescencia se convertirá en tu chico/a al que querés por encima de todos.

Lluvia de corazones señores, abramos la puerta a ese maravilloso sentimiento que es enamorarse!!! Recibimos a diario millones de Powerpoint que nos exhortan a encontrar al "amor de nuestra vida". Si venís siguiendo el razonamiento habrás entendido que arrancás queriendo, seguís enamorándote y.... si reenviaste tus deseo a 10 de tus seres más queridos, habrás encontrado al "amor de tu vida".

Pero entrando en los veintitantos, ese gran amor adolescente voló al demonio, por cuestiones probablemente poco serias, y entonces?? En este punto me permito darle un crédito a la posmodernidad que nos permitió entrever la posibilidad de más de un amor, un amor de la infancia, un amor de la adolescencia, un amor adulto.
Si hasta acá comenzaron a quejarse de mi cinismo, les pido que esperen a que desarrolle mi problemática actual, de esa forma pueden entregarme en un solo formulario todos sus improperios.

A punto de abandonar los veinti, me encuentro con que no me resulta complicado querer, mucho menos diferenciar la magnitud de mi afecto hacia las personas y he tenido bastante suerte encontrando "somebody to love", pero a medida que pasa el tiempo me resulta cada vez más difícil enamorarme. Tengo amigos que se autodefinen como enamoradizos, y recientemente un amigo me cuestionó, sosteniendo que era imposible que amara a alguien si no estaba enamorada. Probablemente de ese cuestionamiento surgió este texto, porque en mi mundo es posible, puedo querer, puedo enamorarme y puedo amar, y no necesariamente funciona como una escalera, es mas bien una rayuela, voy saltando de uno a otro y no negaré que muchas veces pierdo el equilibrio, pero supongo que si como seres humanos hemos evolucionado en tantas facetas, el afecto no puede quedar afuera.

"It's evolution, baby!!!" o por lo menos a mi me lo parece, creo que toda faceta de tu vida puede desplegarse y cuanto más lo haga más interesante habrá estado tu pasaje por esta tierra, porque cuando este circo se acaba señores, lo único que nos llevamos es lo vivido. Este post va para mis amigos MDA (los que mueren de amor), para mis amigos que siguen la pirámide donde amar viene después de enamorarse, y para los que aún no encontrar al amor de esta etapa de sus vidas, para ellos, buen viaje!!!