domingo, 22 de agosto de 2010

Repetición repetición repetición...

Dicen que cuando repetimos mucho una palabras empieza a carecer de sentido, pierde la carga de significado que contiene. De hecho los niños cuando aprenden una palabra la repiten hasta que se hartan (o hartan a sus padres, esta última suele ser la más usual). Lo cierto es que muchas veces cuando comenzamos una relación todo lo que nos dice el otro es maravilloso, contamos una y mil veces a nuestros amigos lo que nos dijeron, y me dijo y yo le dije y desde entonces nos decimos, etc.

Pero sucede algo muy particular con el tiempo, algunos se quejan de que sus parejas ya no son lo mismo, que ya no los tratan igual, que ya se paso el amor, la pasión, etc. Pero hoy me puse a pensar una pequeña trampa, a veces (muchas más veces de las que confesamos) el otro nos sigue diciendo la mismas cosas "que nos ama", "que nos extrañó", "que la vida es genial juntos", etc. pero por alguna razón dejamos de registrarlo, Lo ecuchamos?? por supuesto, no estamos sordos, contestamos?? por supuesto, papá y mamá nos educaron bien "permiso, por favor y gracias" y en este caso puntual "yo también".

Y entonces??? si X lo dijo y nosotros lo oímos, es más, le contestamos!! Dónde está la ausencia de la que nos quejamos?? Estimadísimos, lo que mata no es la humedad, ES LA REPETICIÓN.

Creo que la única reflexión que se me ocurre es "menos repetición y más atención", que la falencia verbal del otro, a veces, es más bien una sordera propia.